Abstract:
La literatura en el aprendizaje de niños y adolescentes tiene un rol fundamental. La literatura no solo es divertida, sino que les incentiva a aprender de forma significativa y a desarrollar su carácter, valores e inteligencia emocional. De hecho, los buenos libros promueven la motivación para aprender a leer y estimulan a que esta motivación perdure a lo largo de su vida.
Contar historias es una forma natural y milenaria de involucrar a los niños en el aprendizaje de contenidos académicos y destrezas socioemocionales.
Aunque la literatura está integrada en la rutina escolar desde la primera infancia, necesita herramientas que despierten la atención de los niños para que se interesen por escuchar y leer, estimulando así el gusto por la lectura, promoviendo un aprendizaje coherente y duradero, porque el niño que aprende jugando tiene un aprendizaje más significativo.
El niño que se introduce en el mundo de la lectura desde una edad temprana se diferencia de los demás en muchos aspectos, porque la lectura es capaz de transformar al individuo en sujeto activo y cambiar el contexto en el que se encuentra. Por este motivo las relaciones interpersonales, la resolución de conflictos y el desarrollo del pensamiento critico tienen valor inestimable.