Abstract:
La investigación que en este trabajo se pretende realizar se centra en uno de los periodos más brutales del Cono Sur cuando el 24 de marzo de 1976 se ejecuta el golpe de Estado que ensangrienta la historia de un país, Argentina, durante siete largos años. La dictadura no solo afectó un momento y un lugar específicos, haciendo desaparecer una generación entera de jóvenes, sino que extendió sus efectos dejando huellas profundas en la sociedad. De modo que, otra generación, la de los hijos de desaparecidos, tuvo que sufrir las consecuencias traumáticas de un destino cínico y deshumano, acostumbrándose a la ausencia de sus padres.
Inevitablemente, la reflexión en torno a este acontecimiento histórico, político y social se vincula a la noción de “hijo de” así como a la relación entre memoria, identidad y arte puesto que, los hijos encuentran en los distintos lenguajes artísticos una manera de canalizar el dolor y de releer el pasado traumático. Es así como la producción de los hijos - bautizada, no sin debates, como obras de “posmemoria” de una segunda generación - ingresa en el panorama artístico latinoamericano, para testimoniar la propia infancia durante la dictadura, haciendo foco principalmente en los vínculos paternos y/o maternos precozmente interrumpidos.
En función de lo planteado, se procura profundizar en el proceso de construcción identitaria de los hijos de desaparecidos donde el silencio, la clandestinidad y el abandono juegan un papel fundamental, y se propone, como caso de estudio, la novela Yo la quise, editada por la editorial de la Universidad Nacional de La Plata en 2019, de Josefina Giglio, hija de padres desaparecidos, quien rememora la vitalidad de la madre antes de que la violencia sociopolítica pusiera fin a su vida.