Abstract:
En el curso de la historia, la propaganda siempre ha sido un instrumento muy importante y sobre todo potente. En los años de las dos guerras mundiales y de las dictaduras más conocidas, la propaganda ha sido instrumento de influencia y manipulación: ha persuadido a las masas, protagonistas fundamentales, utilizando imágenes en carteles y en periódicos, utilizando la radio y todos los instrumentos posibles para obtener el apoyo necesario. Sin embargo, la propaganda tiene orígenes antiguas, de hecho, no se pueden olvidar las figuras de Octaviano Augusto y de su consejero Mecenas: el círculo literario creado por Mecenas fue el instrumento principal de propaganda en el mundo latino, un círculo donde los autores más conocidos, como Virgilio, tomaron parte y escribieron obras donde se exaltaba el nuevo héroe de Roma, de la patria, o sea Octaviano. Destaca, entonces, una manera diferente de hacer propaganda: se utiliza la literatura. Esta nueva arma intelectual se utiliza también en España con la crisis de fin de siglo, entre los siglos XIX y XX, en particular en 1898 con la pérdida de las últimas colonias españolas: fecha que marca el nacimiento de la Generación del ’98, un grupo de autores que utilizan la literatura como propaganda contra la nueva España, como arma de denuncia, como instrumento para exaltar la vieja y victoriosa España.